jueves, 26 de marzo de 2009

No chance, man

El pirata, fue el nombre que le dio mi padre
Yo quitaba el loro de su hombro y pintaba su pata de palo de color rosa

Mi hermano, lo sabía,
no lo del pirata,
no lo del loro,
no lo de la pata color rosa
Pero lo sabía
Su voz, la de mi hermano,
Anunció el cuidado
Y yo creo en mi hermano
En su mirada redonda (no es un pleonasmo)
En sus manos que son mariposas de tierra caliente
En su alma celeste como los cielos del invierno en Ausburg

Entonces, me vestí con harapos
Y, como Electra, vociferé mi desventura.

La enfermedad de mi padre fue buen escenario.

De su boca, la de mi padre, siempre abierta, aun salen grititos
que alimentan la colección que guardan mis oídos.

La obra ha terminado.

El pirata, es el nombre que le dio mi padre
Ya no quito el loro de su hombro ni pinto su pata de palo de color rosa.

martes, 17 de marzo de 2009

Retorno al origen

En la calma de la casa nuevamente sola
La piedra, por fin, se suelta.

El exotismo

Slumdog Millionare

El sábado, tras un día de movimiento, H. y yo fuimos a ver “Slumdog Millionare”, de Danny Boyle. El plan salió de la efervescencia y en un comienzo pensé en “La duda” con Meryl Streep; pero como una cosa es la que se piensa y otra la que se hace, la cartelera nos cambió horario y planes y terminamos en una primera fila viendo desfile de techos, basura y telas de colores. Muchos elementos propicios para captar el Oscar, desde el amplio y exuberante contenido social e inclusivo de las diferencias como del guiño que se le hace al exotismo indio.
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