domingo, 28 de febrero de 2010

Flores de cerezo


Con mi tiempo ahora en tu mano, colecciono flores de cerezo del árbol en la foto. Como hojas, pasan los animales por el patio de la casa: saltan entre las matas y buscan insectos en el prado. Porque la mejor palabra es la escrita, dejo que recorras las líneas que escribo y leo al mismo tiempo, solo para que sepas que existo y que prendo una vela a tu nombre.

Bogotá, 2010

sábado, 27 de febrero de 2010

Daft Punk

Para ti, vacío lector

Cause there's something between us… Anyway
Some kind a secret I will share with you…

Bogotá, 2010

Juego glamoroso

Para ti, desocupado lector

En estos días, cuando las lecturas me llevan al interés desmesurado por el disfraz, me encuentro en los pasillos con el delicioso juego de la seducción. Desbordando los límites de lo evidente, al mejor estilo de El lector, se repone al texto su poder encantador, su excusa condescendiente de los vértices y los bordes.

Bogotá, 2010

martes, 23 de febrero de 2010

Babel evidente


No es solo una cuestión de suerte eso de apostar. Me siento en la escalerilla y miro dos o tres veces caballos y jockeys. Me fijo en los colores de la ropa. Me fijo en el modo en que azuzan a la bestia. Me fijo en los hombres que se les acercan y en las mujeres que llevan con ellos. Y luego, apuesto. Me fumo uno, dos, tres cigarrillos, sin dejar de usar los lentes oscuros y dejo que unos tres pasen antes que yo. Saco el dinero del bolsillo del pantalón y lo apuesto todo. Siempre al mismo, una, dos, tres, hasta cuatro veces. Si la tarde es buena, vuelvo a casa con la suma repetida en el otro bolsillo del pantalón.

It is not just a matter of luck that you bet. I sit on the stairs and watch two or three horses and jockeys. I notice the colors of clothing. I look at the way the beast unleashed them. I looked at men who approach them and women who wear them. And then, I bet. I smoke one, two, three cigarettes, while using dark glasses and let about three pass before me. I take the money out of my pocket and looking around. Always the same: one, two, three, even four times. If the evening is good, back home with repeated addition in the other pocket.

Ce n'est pas seulement une question de chance que vous avez misé. Je suis assis sur les escaliers et regarder deux ou trois chevaux et jockeys. Je vois les couleurs de vêtements. Je regarde la façon dont la bête les déchaînée. Mon fixe chez les hommes qui se présentent à eux et les femmes qui les portent. Et puis, je parie. Je fume un, deux, trois cigarettes, tout en utilisant des lunettes noires et laissez environ trois passent devant moi. Je prends l'argent de sa poche et en regardant autour. Toujours le même, un, deux, trois, voire quatre fois. Si la soirée est bonne à la maison avec addition répétée dans l'autre poche.

Es ist nicht nur eine Frage des Glücks, die Sie wetten. Ich sitze auf der Treppe zu sehen und zwei oder drei Pferde und Jockeys. Ich stelle fest, die Farben der Kleidung. Ich schaue auf die Art und Weise die Bestie entfesselt sie. Meine feste bei Männern und Frauen, die sie, die sie tragen Ansatz. Und dann, ich wette. Ich rauche eine, zwei, drei Zigaretten, während mit einer dunklen Brille und lassen Sie etwa drei Pass vor mir. Ich nehme das Geld aus der Tasche und sah sich um. Immer das gleiche, eins, zwei, drei, sogar vier mal. Wenn der Abend ist gut mit nach Hause wiederholte Zugabe in der anderen Tasche.

No és només una qüestió de sort això d'apostar. Em sento en l'escala i miro dues o tres vegades cavalls i jockeys. Em fixo en els colors de la roba. Em fixo en la manera que inciten a la bèstia. El meu fix en els homes que se'ls acosten i en les dones que porten amb ells. I després, ben plantat. Em fumo un, dos, tres cigarretes, sense deixar d'usar els lents foscos i deixo que uns tres passin abans que jo. Sac els diners de la butxaca dels pantalons i el ben plantat tot. Sempre al mateix, una, dues, tres, fins a quatre vegades. Si la tarda és bona torno a casa amb la suma repetida en l'altre butxaca dels pantalons.

Não é apenas uma questão de sorte que você aposta. Sento-me nas escadas e vê dois ou três cavalos e jóqueis. Eu observo as cores da roupa. Eu olho para a forma como o animal desencadeou-los. My fixo em homens que abordá-los e mulheres que o usam. E então, eu aposto. Eu fumo um, dois, três cigarros, enquanto usando óculos escuros e deixou cerca de três passam diante de mim. Eu levo o dinheiro do bolso e olhando ao redor. Sempre o mesmo, uma, duas, três, até quatro vezes. Se a noite é bom voltar para casa com a adição repetida em outro bolso.

Bogotá, 2010.

domingo, 21 de febrero de 2010

Las maravillas de Alicia en su País








Si yo me fuera antes de amarte
me suicido cayendo al mundo con mis alas.
JAGUARES

No hay mejor tarde de domingo que la que se consume con lo innecesario. Me doy una tanda de música solo apta para cantar a volúmenes elevados (Britney Spears, Shakira, Lady Gaga, Almodóvar Sountrack, Gloria Trevi, Alex Ubago, Glee Cast, Sin bandera, Reik, Camila) y cierro con Caifanes y su "Célula que explota". Dedico un buen rato a un repaso de los álbumes y, en la continuidad del arranque, decido incluir algunas fotos hoy, que cumple mi hermano.



Bogotá, 2010.

De Pelo suelto y de Raros peinados nuevos

Salzburg souvenir


Al modo de Almodóvar y sus Abrazos rotos, hago un homenaje a los noventa con un desliz a los ochenta y a mi obsesión con el cambio. La fijación con las peluquerías data de tiempo atrás, cuando me sentaba en la sala de espera y espiaba, en estéreo y por los espejos, los modos y maneras de clientes y dependientes. La intriga corresponde al excesivo tiempo que respiran, en un espacio reducido y expuesto, tantos espíritus de tan igual tipo. El simulacro, lo kitsch, la repetición y la banalidad caminan, deliciosas, entre pelos cortados y olores a productos capilares. Entre tanto pelo y uña suelto se levanta la vanidad como personaje de Hesse y se cuelga de peinados nuevos que se buscan en revistas usadas.

El asunto de las peluquerías es un asunto que atañe a la re-invención. Las excusas pueden ser diversas pero el destino final el mismo, y el hábil venderá la idea de la originalidad en el corte del momento: liso y con flequillo, en capas y rizado, corto al extremo y decolorado. Y aquí, como en la lectura, lo que al final importará será el efecto, sea estético o no.

Bogotá, 2010.

sábado, 20 de febrero de 2010

miércoles, 10 de febrero de 2010

Desde la inconcordancia

A pesar de los extraños calores que azotan por estos días (y desde diciembre) a la ciudad de Bogotá, los transeúntes se niegan al uso de la camiseta esqueleto y las sandalias de tres puntas. Esto me hace pensar un poco sobre las piezas de ropa que se escogen para conformar el ropero, y sobre la diferencia de dichas prendas de acuerdo a si estamos en época laboral o vacacional. Creo, ahora que escribo, que la razón de esta resistencia está un poco asentada en la clasificación que hacemos, como habitantes del interior, del ropero de acuerdo a nuestro desempeño dentro del mundo de la utilidad. Acostumbrados a la corbata, la media velada y el tacón, como utillaje que da a entender a los demás que estamos en el periodo productivo de nuestras vidas, dejamos las prendas vacacionales para el espacio íntimo del "entrecasa" y nos resistimos, a pesar de todas las incomodidades, a dejar, por un tiempo y en el fondo del armario, las chaquetas y los abrigos de paño.
Bogotá, 2010.

domingo, 7 de febrero de 2010

Sobre la aburrido de la ‘cultura’

Poco seguidora de los eventos sociales, asistí el año pasado, después de varios de ausencia, a la Feria Internacional del Libro de Bogotá. La sensación es la de ver una telenovela después de no encender el televisor por dos semanas: todo está en el mismo punto y nada se ha perdido. Pero, al menos, con la telenovela, uno se entretiene o cambia el canal. No sucede lo mismo en la Feria, con una programación que compite por el primer premio de aburrimiento y fantochería. Hace algunos años, no sé cuántos en realidad porque no le pongo mucho cuidado al asunto, a algún integrante de aquello que vive solo de su nombre e inexistencia (la intelectualidad nacional) se le ocurrió que gran cosa sería prolongar la agonía, del antes y el después, con unas reuniones a la orilla de la oscuridad salina de Cartagena. Y apareció Hay Festival o Hay festival o como quieran llamarlo que, igual, para lo que hace o deja (a excepción de bronceado), poco importa. Suspendido en la frágil excusa de acercar la cultura al pueblo, Hay festival vive de su sombra y, como todo lo que valoramos, del reciclaje de lo extranjero que nos traen de cuando en vez con la promesa de lo maravilloso. Si me preguntan sobre lo que queda después de esos días de jolgorio e intercambio de favores, puedo responder que más basura para acumular en las calles rotosas que se esconden de los lentes oscuros del turista y, como un buen regalo, este comentario de Carolina Sanín en El Espectador.

http://www.elespectador.com/opinion/columnistasdelimpreso/carolina-sanin/columna185008-papas-fritas-y-hay-festival



Bogotá, 2010.

Jornadas compartidas



sábado, 6 de febrero de 2010

Tiempos modernos

Acabo de ver Tiempos modernos, de Carlitos Chaplin (según la recomendación de David Solodkow) y quisiera concentrar la atención en la escena del Chaplin que canta a un público una canción de la que nunca recuerda la letra: le han escrito, en el puño de la camisa, el inicio pero, a la primera presentación, los puños salen volando y él pierde el horizonte. Este accidente lo lleva al borde: el sonido que birla a la palabra. De la boca de la mujer sale la indicación: no importa lo que se diga en tanto algo se diga. Y esto es suficiente. La importancia del asunto no radica en la indicación o en las señas femeninas; sino en que se logra mostrar que, aunque nada se entiende, todo queda claro.

Bogotá, 2010.

viernes, 5 de febrero de 2010

Acerca del salto

A veces, la quietud es método efectivo para ahondar en la naturaleza de los seres humanos. El mejor modo de conocer es ofrecerse como plataforma para que sean otros quienes junten pies, doblen rodillas y salten.

Bogotá, 2010.