domingo, 27 de marzo de 2011

La ciudad de los laberintos

Calles que suben y bajan dejando que los ojos sientan el vértigo.
Sin minotauro, pero con seres de dos orejas y una sola boca que hablan con un acento almibarado, se recorren los pasadizos de los que quedan imágenes tan solo guardadas en la memoria. Vacas y mujeres y hombres contorsionistas dividen las calles que van de las que vienen mientras se reduce el paso con un vaso de Ginebra o una taza de alguna bebida caliente.


Manizales, 2011

jueves, 24 de marzo de 2011

Haruki Murakami, el jueves 31 de marzo, en "Noche de Narradores", Universidad Central



El próximo jueves, 31 de marzo, en el Teatro de Bogotá, Calle 22 No. 5-66, Juan David Correa Ulloa y Héctor Julio García hablarán sobre la vida y la obra del escritor y traductor japonés Haruki Murakami. Habrá tertulia en el lobby con los expositores, miniferia de libros y de revistas, tinto y agua aromática, antes de iniciar el evento con una presentación audiovisual sobre el autor y el encuentro de las dos experiencias lectoras de Correa y de García. Los esperamos y agradecemos que esta información sea difundida entre sus conocidos y amigos.




Bogotá, 2011

miércoles, 23 de marzo de 2011

Camino y Canino

Camino

Canino



La diferencia pareciera ser de tan sólo una letra, la m convertida en n. Camino, película española del director Daniel Freser, deja una sensación de desconcierto frente al tema tratado: las obras del Opus Dei, y Canino, del director griego Giorgios Lanthimos, es una experiencia vertiginosa sobre la decisión de un padre sobre la educación de sus hijos. Ambas, además de cinco letras, tienen en común el tema de la imposición de la voluntad de los padres. En ambas un escenario idílico, el hogar, resguardo del mundo exterior, se convierte en el campo sórdido de la existencia.







Bogotá, 2011

lunes, 21 de marzo de 2011

La protagonista


Este es el dibujo de la protagonista de una historia.
No es nada de este mundo, sino del otro.

domingo, 20 de marzo de 2011

Instinto

Las tres se sentaron sobre la mesa. Olfatearon los platos y, después de eso, se relamieron los bigotes. Las tres son gatas, hermanas de convivencia y de afectos. Las tres duermen enrolladas en los cojines de la sala y miran lo que pasa en la calle, desde la ventana de la casa. Con dificultad responden a sus nombres pero no tienen problema para atender el sonido del concentrado sobre cada uno de sus platos. En ese momento llegan, convocadas por el tintineo.
Como venía diciendo, las tres se sentaron sobre la mesa. Olfatearon los platos y se relamieron los bigotes. Las miramos, pero ninguna pasó más allá del olfato.


Bogotá, 2011

viernes, 18 de marzo de 2011

Novelerías deliciosas

La bella durmiente

La lluvia ácida se hace a pocos con la callada calma de la tarde.
Ayer aturdieron las almas de las abejas alardeando sobre lo necesario de tomar medidas de manos y maletas.
Las gotas galopaban sobre las latas de los techos
provocando unos ruidos resecos.
Manos y, luego cuerpos, salieron de las sombras
confundiéndose con el verde follaje de sus sueños.


Bogotá, 2011

miércoles, 16 de marzo de 2011

A propósito de una conversación virtual con una amiga

A P. A. T.
Sin importar la razón, ni las circunstacias, que llevan a alguien a pedir perdón, me siento en la obligación de hacer las siguientes observaciones que han sido motivadas por la virtual charla sostenida con una amiga que me escribió que su ex le había escrito "para pedirle perdón" (disculpen lo cotidiano de la anécdota, pero como la literatura es vida y la vida, literatura, me doy la licencia de hacerlo).
Basada no sólo en la experiencia de mi amiga, sino en mi propia experiencia (como víctima y propugnadora de dichas palabras: "lo siento" o "perdóname"), me siento en plena capacidad de declarar la nula eficacia de dicha expresión sobre el (la) abatido(a). A mi modo de ver, no representa ninguna dificultad o esfuerzo proferir un "Lo siento" o un "Perdóname" cuando ya todo ha pasado. Pregunto: ¡Quién te has creído, pedazo, para pedirme a mí que te perdone? Hay, por supuesto en el gesto de implorar o solicitar un perdón, en su aparente docilidad, un afán de expiación de la culpa y de clara intención de seguir subordinando a quien se le solicita. Nada más cómodo que pasarle el problema al otro, para que sea el afectado o afectada, quien resuelva el tan decadente asunto.
Lo difícil es, y por ende, digno de reconocimiento, reconocer en el momento en que se consuman los actos, lo errado de los mismos, y evitar la catástrofe, y no venir, con un trasnochado "Lo siento" o "Perdóname" a buscar lo que nunca fue necesario encontrar.
Por eso digo, como le dijo el padre a Georg, en el cuento "La condena", levantando mi dedo índice: "Yo te condeno a morir" (para que sea el mismo que solicita la absolución, quien haga el trabajo sucio, botándose desde el puente).
Bogotá, 2011

martes, 15 de marzo de 2011

Los colores de la montaña, de Carlos César Arbeláez

Pocas veces se da la oportunidad, es por eso que no se puede dejar pasar ésta por alto. Los colores de la montaña, película ganadora del Premio de Nuevos Directores del Festival de Cine de San Sebastián, que nos enseña sobre la función, no funcional, del arte. Al respecto el director, Carlos César Arbeláez, dice lo siguiente que es, a su vez, una muy buena lección para todo creador:
"He dejado toda la violencia en los colores fuera de cuadros, no la muestro explícitamente si no implícitamente. La película está llena de una tensión de cosas que se oyen, de sonidos, de sugerencias, yo no he metido escenas de guerra. Me demoré mucho tiempo para saber que no quería hacer una película sobre guerrilleros ni paramilitares, ni explicar el conflicto armado colombiano. Mi película es más sicológica, mas centrada a lo que le está pasando a los niños a medida que suceden todos estos hechos y por esto me he concentrado en la mirada de ellos. Yo pienso que es una propuesta distinta, mucho más intimista y que le llega mucho más al público".
Para tener en cuenta.

Bogotá, 2011

Repetición

A riesgo de que me adosen la categoría de escapista aún más de lo que me inscribo en ella, debo anotar que me seducen las manifestaciones artísticas que no se concentran en el reflejo de la realidad, sino en la producción de una, paralela, a la que, de por sí, tengo que vivir día a día.
Bogotá, 2011

sábado, 12 de marzo de 2011

El reflejo

Si quieres ser infeliz, no te voy a detener;
la felicidad de algunos está en ser infelices.
Si quieres estar insatisfecho, no voy a decirte que no lo estés;
entiendo cuando para algunos la mayor satisfacción es la insatisfacción completa,
redonda.

Sólo quiero que sepas que lo único que tienes que hacer es pararte encima del espejo.
Sólo allí sabrás de lo que hablo.

Bogotá, 2011

viernes, 11 de marzo de 2011

Gusto premeditado

Me gusta mirar los puntos rojos sobre el mapa
y saber que hay gente que me visita,
desde Islandia,
desde Turquía.

Me gusta mirar el mapa
y contar cuántas veces ha girado la rueda de las cifras
para saber cómo aumenta la cifra.

Me gusta mirar el mapa,
con sus puntos rojos
porque puedo sentir que existo
para otros.


Bogotá, 2011

En la proximidad de lo próximo

Dentro de poco, saldrá a la luz un viejo deseo, motivado por el amor a las expresiones artísticas. Es un proyecto sincero,
es una ventana
y una puerta.
Es la primera huella de unos pasos que se dan.

Espérenlo, solo eso puedo decir.

miércoles, 9 de marzo de 2011

La desobligante obligación

Sentada sobre el sofá de la sala de su casa, y pasando la palma de su mano por el lomo de una de las gatas, la mujer se preguntaba en silencio sobre el contenido cerebral de algunos que se creen con autoridad y derecho para disponer sobre la vida de otros por el simple hecho de dirigirse a ellos a través de algún tipo de correspondencia, o por el azar de encontrarse en un mismo tiempo o lugar.
Bogotá, 2011

domingo, 6 de marzo de 2011

De la mirada de otros, se alimenta mi noche

Sin preludio, suelta sus manos de la baranda que ata su cuerpo a lo terreno.
El sonido es seco, seguido de un silencio que se come al Silencio.
Solo el chasquido de algún hueso.
Solo el gotear de la sangre.


Bogotá, 2011

viernes, 4 de marzo de 2011

La capacidad de acumulación

Parece ser que asisto a la prolongación del siguiente fenómeno: la excesiva referencia a nombres descoloridos y ajetreados, para creer que es así como se ejerce la disciplina afín a la literatura. Lo increíble del asunto es que aún hay quién se regodea de ello, y lo defiende a capa y espada. Más preocupante aún es que existan espíritus jóvenes que buscan reproducir dicho comportamiento.

Bogotá, 2011

jueves, 3 de marzo de 2011

Sobre las casualidades

Justo, ahora, para mi fiebre japonesa, me encontré esta mañana con una amiga de esas tierras, que dicta japonés en la U de la cual salía. Lindo reencuentro, después de tantos años. Para ambientar el momento, esto:






Bogotá, 2011

Más Sputniko!








Bogotá, 2011

miércoles, 2 de marzo de 2011

Insistencia

Vuelvo y lo repito, la necesidad que existe no es de seguidores, ni de aduladores. La vacante está todavía en los interlocutores.


Bogotá, 2011