miércoles, 31 de julio de 2013

Y si...

Condicional o condicionado. El sí como posibilidad, o como redención. Sin siquiera tocar a la puerta se espera el aviso como ocurrido, como realidad del deseo que se tiene. Y si no sucede, se busca una hebra suelta, una pavesa que se deje atrapar entre las yemas.


Bogotá, 2013 

miércoles, 10 de julio de 2013

Denominación de mundo

Y lo primero, para denominar al mundo, son los sonidos de las cosas, de los seres.
Última comprobación de la existencia.

¿Y el arte?
Pues, el arte sirve para crear nuestro mundo, 
un mundo único e irrepetible.

Bogotá, 2013

miércoles, 15 de mayo de 2013

Dad profundi

Ya no siento lo pasado
los pájaros se caen de los nidos

lo que duele son las decisiones
en el momento
en que tocan a la puerta

después 
la carne 
se 
vuelve
piedra

no rezuma
nada

lo que duele 
es
el presente

un presente
que 
se estira
como 
si 
se 
tratara
de 
e
s
p
e
r
a
n
z
a


Bogotá, 2013

jueves, 9 de mayo de 2013

¿Dromedario o camello?

Me debato entre qué será mejor: repartir el peso de todo en dos o dejar que la gravedad opere sobre una sola. Aún no lo decido.

Bogotá, 2013

miércoles, 8 de mayo de 2013

Bajo la superficie

La mira de lejos, sus ojos van de los ojos a la blusa, de la blusa a la boca, de la boca al pelo. La mira de lejos no porque los separe mucha distancia, de hecho, sólo los separa los centímetros que tiene una mesa. La mira de lejos porque su mirada es distinta. Ella no sabe si él se da cuenta de que ella lo sabe y que ahora vive con ello, eso no interesa. Ya, a esta altura, no interesa. Él ha tomado esa decisión y la decisión se traduce en esa mirada que quiere ser lasciva, hiriente. Ya no son ojos, son dos órganos escrutadores. Es parte de la naturaleza, de su naturaleza. Ella lo sabe, y por eso, no dice nada, no dirá nada. Esperará, sentada. Es parte, también de su naturaleza. Esperar, de esperanza, no de un estado cataléptico. Esperará que algo rebote contra la pared y que eso que salga sea su reflejo, el de él, que se entere o que se de cuenta de que ella se da cuenta de su juego. 

Bogotá, 2013

jueves, 2 de mayo de 2013

Estado

Daré la vuelta al mundo, me estrellaré y haré pedazos y de los pedazos saldré de nuevo, igual pero diferente.

Bogotá, 2013

Juegos y el fuego

Trazó la situación [tarde de lluvia] [sentada frente a la ventana], ya definió al personaje, ¿le puso nombre? [Lucía, sentada, frente a la ventana, en una tarde de lluvia] Una situación común, propia de estos días de invierno, ninguna escena más efectiva para despertar melancolía.

Bogotá, 2013

martes, 16 de abril de 2013

Repositorio de portadas de libros

Interesante banco de portadas y diseñadores.

http://bookcoverarchive.com/

Bogotá, 2013

lunes, 4 de marzo de 2013

Inconsistencias

Puedo decirlo, pero sólo mis actos son confiables.

Bogotá, 2013

martes, 5 de febrero de 2013

Definiciones y clasificaciones de la locura

No hay rango ni medida para la locura. Tampoco definición alguna. No hay víctimas, tan solo victimarios que las más de las veces se catalogan a sí mismos como cuerdos. La locura no admite disfraces, ni tampoco busca reconocimientos. Se es loco y ya, sin más miramientos. La locura no precisa de diagnósticos, de métodos, de seguidores. La locura se vive íntegra en la soledad de un solo cuerpo.

Bogotá, 2013

viernes, 18 de enero de 2013

La biblioteca y el ligue

Comienzo esto con la imposibilidad de encontrar una palabra que suplante al "ligue" español. Agradeceré a quien me la haga saber. Por lo pronto, pongo las cartas sobre la mesa; una baraja que coleccioné ahora, cuando tuve la oportunidad de dedicar unas horas de mi existencia a la biblioteca. La búsqueda de libros corre por el mismo carril de la búsqueda de un encuentro carnal. Pueda que estos dos asuntos se muevan gracias a la pasión y a la excitación que produce la caza. Es probable. En las salas de la biblioteca las miradas no sólo recorren estanterías y líneas que acumulan palabras. Los ojos también se mueven por el otro, por el o la que se sienta en la misma mesa. En todo hay una intención, aun si se llega a ello o a ella por el mero accidente. No quiero entrar en el tema de los baños, espacio en los que, las más de las veces, se consuman los encuentros. Quedan los papelitos que no sólo registran datos bibliográficos sino que también son útiles para dejar notas, teléfonos y puntos de encuentro.

Bogotá, 2013