Quiero vivir en esta ciudad
Pero solo de paso.
Quiero recorrer estas calles, feliz
Porque sé que ya no me pertenecen.
Te las regalo,
a ti
Que las adulas,
Que las citas
En tus horas
Y en todas las tardes que reniego de ellas.
(La rabia se tornará silencio
Porque sabré que en pocos días me habré ido.)
Veo gente
Que se cruza en mi camino
La lástima calma la ira de mis ojos
Ante éste, su amor de patria
que cuelga de cortinas polvorientas y raídas.
(Y yo,
Con el arrullo del cansancio soplándome en el cuello,
Podré decir: estuve pero ya me he ido.)
La emergencia del neofascismo o el regreso de los muertos vivientes
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Por: Otto Gerardo Salazar
El fascismo, que creíamos sepultado después de la segunda guerra mundial,
ha mostrado sus orejas de lobo y hoy se hace present...
1 comentario:
Hola Andrea... ¡a los tiempos! ¿Estás en Bogotá? Gueno, nada... para saludarte. Escogí este texto, porque así, igualito me siento yo con la ciudad esa... la que tanto extraño...
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