Vallas a lado y lado de la calle,
sobre edificios
sobre las cabezas de hombres y mujeres apeñuscados en un bus
es el pago por la velocidad,
de un punto a otro.
Alguien lo dijo:
Una línea recta es el mejor modo de llegar
¿A dónde?, pregunto yo.
Voy en ese bus
Hombres y mujeres se apeñuscan contra mí
es el pago por la velocidad,
por ir de un punto a otro.
No conozco mejor invención que la excusa.
Sus costillas se incrustan en mis codos
Sus dedos se meten bajo mis pies
es el pago por la velocidad,
de un punto a otro
y yo solo pregunto:
¿Para qué?
La emergencia del neofascismo o el regreso de los muertos vivientes
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Por: Otto Gerardo Salazar
El fascismo, que creíamos sepultado después de la segunda guerra mundial,
ha mostrado sus orejas de lobo y hoy se hace present...
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