Impermeables a su propio pensamiento
las moscas se pasean por la orilla de los charcos.
Cada una de ellas exhibe la brillantez de su conocimiento.
Recitan de principio a fin todos los libros
todos los pensamientos
todas las nociones
y los conceptos
de pensadores europeos.
Son el deleite de Benjamin
de Adorno
de Barthes
de Deleuze y Guattari
de Derrida.
Se los saben mejor que ellos mismos.
Las moscas se pasean sobre el agua
enajenadas
absorbidas
distraídas
embriagadas
por el zumbido de sus alas repetidoras.
Pero evitan a los sapos
las moscas los evitan
porque saben
que no tienen una respuesta
cuando les preguntan
sobre lo que ellas mismas piensan.
Bogotá, 2011
La emergencia del neofascismo o el regreso de los muertos vivientes
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Por: Otto Gerardo Salazar
El fascismo, que creíamos sepultado después de la segunda guerra mundial,
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