La comida une, o si no que me lo digan a mí, a quien una buena porción de buenas y malas selecciones se han debido a algún plato. No me arrepiento de ninguna de ellas, porque a las malas las he borrado del menú y a las buenas las prolongo como se repite un buen vaso o un buen platillo o se visita, cuantas veces se pueda, algún sitio.
Bogotá, 2012
1 comentario:
De acuerdo. Se vive y se ama según se come.
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