No le doy comida a lo vivido
porque no vivo de cambiar el pasado.
Simple,
lo abandono
como quien deja pasar un bus que le sirve
pero
que no toma.
Tampoco critico a quienes lo hacen,
a quienes caminan 30 cuadras
renegando
sobre el bus que dejaron pasar de largo.
Son vidas
son formas de vivir la vida.
Lo que me revienta
es que quieran
que los otros
lloren
y compartan sus miserias.
Las miserias son de cada uno.
No hay que sacarlas
como sacan
los mendigos la llagas en las esquinas sucias
de las ciudades
para despertar lástima.
No hay nada peor que despertar lástima en el otro.
No hay nada peor que despertar lástima cuando
se sabe que ni siquiera la lástima se merece...
Bogotá, 2011
La enfermedad del deseo - introducción.
-
Todos y cada uno de nosotros está enfermo de deseo. Decir esto es tanto
clásico como moderno, pues ya lo sabía Buda hace 2500 años pero también
podrías d...
2 comentarios:
Bárbaro !!!
¡Basto!... Un visita a este blog y me encuentro con tremendo texto. En buena hora lo leo. Gracias.
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