Un instante que se repite la tarde del sábado:
Niño que cuenta las fichas de un juego sobre una mesa redonda
Y la mujer sentada al otro lado,
Del otro lado del espejo
Donde el fuego nunca se apaga.
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Donde el fuego nunca se apaga. Ya tengo una entrada trascribiendo el
cuento en este blog. Estoy obsesionado con la sentencia terrible de ese
relato y he p...
2 comentarios:
Te felicito, la magia de las letras es lograr que viaje la imaginación. La magia del escritor es sentirlo cuando se viaja en el texto.
Un abrazo,
Diego Bernal
Gracias Diego...
Un abrazo para ti,
Andrea
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