miércoles, 13 de enero de 2010

Insignificancias






Dicen que no hay peor ciego que el que no quiere ver y que en pais de ciegos el tuerto es rey. Durante el recorrido, en la entrada y salida de fronteras, pienso en cosas relacionadas con el poder de la imagen y de los imaginarios que poco a poco se construyen con los sedimentos de consuelo y con las mentiras que otros o nosotros mismos levantamos sobre nuestras miserias. Cual valla publicitaria, en Colombia, nos venden por la caja de colores la maravilla de pais y las riquezas que tenemos. Lindos libros, lindas fotos, que hacen que la gente y la vida se vea linda. Lindos colores que hacen que se piense en tierra de promesas y de bondades; pero lo cierto es que, cuando se tiene el contraste, lo tan bueno deja de ser tan bueno y lo lindo ya no es tan lindo. Sin olvidar mi eterno desencanto con la raza a la que pertenezco, sin variar por lengua o por mundo, me siento en la necesidad de escribir algo distinto a lo que me muestran, solo para dopar el paso por calles y aceras llenas de desechos, el hacinamiento al que nos somete el transporte masivo (ideas geniales de otros que ven desde las ventanillas de sus carros blindados o desde su computador en otro pais), los que -como dice el refran- tienen "la sarten por el mango".

Kempten, 2010.

2 comentarios:

Isaías Peña Gutiérrez dijo...

¿cuándo vuelves a colombia?

www.fluidoabsurdo.blogspot.com dijo...

Hola, Isaias.
El domingo 17 regreso a Colombia. Nos veremos el 18.
Abrazos