viernes, 17 de julio de 2009

Apariciones de lo invisible


Hace unos cuantos días escribí un texto sobre Barba Jacob que, en un comienzo, había inscrito en Miercolandia a través de “Mierdópolis”. Más tarde, y ya a punto de dormir, llegó a mí el arrepentimiento de haber terminado de esa manera no porque piense que no es así sino por una cuestión de vanidad: el texto me gustó y me daba pena que el regocijo terminase empantanado por el lodazal. Así que, al otro día y diligente, me levanté y opté por la tibieza de un “Bogotá” como cierre de mi más pura jactancia: la satisfacción de la escritura.

Bogotá, 2009

No hay comentarios: