Tengo que declararme incompentente, si me preguntan por fórmulas y contenidos vistos durante mi paso por los cursos de Química en el colegio. Esto no produce ninguna mella en mí. Por el contrario, asistir al lento tránsito de la hoja en blanco a la imagen, en un cuarto oscuro o en una fotografía instantánea, es de la experiencias más afortunadas de mi vida.
Bogotá, 2011
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