jueves, 29 de julio de 2010

Momentáneas abreviadas 6

Cabalísticamente hablando,
hoy caminé hasta la oficina.


Bogotá, 2010

Momentáneas abreviadas 5

Tengo un niño
que me mira
desde la pantalla del computador
me saluda
con la mano.
Tiene guantes
blancos,
el niño.
Y yo tengo
unas manos
sin guantes.


Bogotá, 2010

Momentáneas abreviadas 4

Una mosca
en un vidrio
clok, clok, clok,
en un vidrio,
de un séptimo piso
clok, como yo.


Bogotá, 2010

miércoles, 28 de julio de 2010

Momentáneas abreviadas 3

Hoy me he tomado un café en ayunas,
he fumado dos cigarrillos,
me he cortado el pelo,
he acompañado al muchacho del apartamento del frente en su delirio etílico,
he soportado con estoicismo a mis párpados abiertos sobre mis ojos cansados,
he leído sobre texto y sobre la tristeza de esta vida,
he rodeado mis costillas tan fuerte como he podido para evitar que el corazón se me salga,
he llamado a una amiga para acompañar mi chocolate,
y he llenado de algodón mis mejillas.


Bogotá, 2010

Momentáneas abreviadas 2

La mejor forma de escribir es provocada por una experiencia extrema. El gusto, carente de asco, que debe sentir el lector mientras ojos y mente siguen el relato del asesinato del ser amado solo con las manos, sin que medie cuchillo, pistola o cualquier otro artilugio.
Bogotá, 2010

Momentáneas abreviadas

Una niña, coletas y vestido de cuadros, salta charcos en una calle de barrio. Dos perros, tras la reja de la casa de los Martínez, la siguen con las narices húmedas. La escena está trazada. Lo siguiente será cuestión de la música de fondo, los extras y los créditos.
Bogotá, 2010

jueves, 22 de julio de 2010

Recomendado

Rufus Wainwright...

B, 2010

De lo humoroso del humor

No hay cosa más patética que la costura de la apelación al humor del espectador a partir de chistes, peripecias y redundancias. La risa extraída convierte el escenario en un ring de coach en el que importa hacer notar la simulación por encima de lo artístico.

Bogotá, 2010

miércoles, 21 de julio de 2010

Oquedad

Soy arena. Sobre mí, pasa el agua que viene cargada de espuma y de restos de peces, de plantas, de los restos que otros desechan porque consideran caducos, inservibles.

Bogotá, 2010

En las tablas



Ayer, mientras era espectadora de una obra de teatro, pensaba que lo realmente importante para mí, y que creo constituye la sustancia de este género, es la mise en scène, la puesta en forma del texto que, más allá de los parlamentos, despliega las posibilidades visuales y estéticas del arte dramático. El escenario; el despliegue y recorrido de los actores por el espacio físico; el manejo del tiempo de la acción y del diálogo; la música; las luces; los olores, contribuyen a fijar la experiencia de quien ve un paso más allá de la contemplación. De lo contrario, prefiero leer la obra y recrear, con mi deseo, la intención del texto.

Bogotá, 2010

martes, 20 de julio de 2010

El cautivo

La escritura carga dentro de sí la ausencia, la carencia más extrema. Se escribe cuando se está cautivo, y por supuesto, no solo me refiero a un cautiverio físico, a una temporada en la cárcel; me refiero a la carencia primigenia, la carencia que no puede encasillarse como ausencia de libertad, amor, posibilidades o bienes materiales.

Quien escribe se despoja del temor a que otros lo sepan así, un ser lleno de carencias, una bolsa vacía que solo encuentra plenitud en las letras que se suceden sobre la hoja en blanco, en las historias que llenan una y otra vez las carencias de quien las recorre con sus ojos.

El cautivo no teme repetirse una y otra vez, porque con ello siente que, de algún modo, se llena el vacío de su carencia y se desvanece un poco el quebranto de su libertad.

Bogotá, 2010

lunes, 19 de julio de 2010

Operaciones alfabéticas


No se refiere a un engaño o a una mala lectura. La A sobre la A, o la A que proyecta su figura en otra A, no es sinónimo alguno de imposición o de repetición. La A y la A sería la forma más justa en que alguien se refiera a ellas, pero no hay que dejarse distraer por la “y”; como lo dije desde el principio, no es una cuestión de repetición sino de consistencia.

Bogotá, 2010

domingo, 18 de julio de 2010

Videncias

El domingo la campana de la iglesia

Llama a las almas

Que aún duermen.

Pequeños bultos

Entre el desorden de cobijas

Y de almohadas.

La voceadora

Es una voz entre un punto verde.

La joven rubia

Ya solo drogas

Salta la reja de la casa

Sube las escaleras

Y toca a la puerta.

Bogotá, 2010

viernes, 16 de julio de 2010

De colecciones y arrumes

Para entender tan solo un poco

Los asuntos relacionados con

La escritura

Trazo líneas

Sobre papel blanco

Que son dibujos

[Figuras geométricas

Figuras orgánicas]

Con la ayuda de otros

Que aclaran

Mis ojos

Cansados de mirar tan cerca las letras

Que dibujo

Sobre papel blanco.

Bogotá, 2010

Recortes


Egon Schiele


De solo partes, relleno el álbum de mi todo.

Llena de costuras

Ya no pretendo una tersura que es mentira

Porque la cicatriz

No es otra cosa que

Huella

Nunca podrá ser algo diferente a

Escritura.

Bogotá, 2010

miércoles, 14 de julio de 2010

Modo de manifestación


Porque lo que haya hecho no importa.

Porque tampoco importa quién soy, haya sido o seré.

Porque mientras escribo, vivo

Y mientras leo, recuerdo.

Bogotá, 2010

viernes, 9 de julio de 2010

La estructura de la novela o la novela de la estructura


Horst


Cosa más difícil que escribir una novela es la resolución de la posteridad. El miedo de la escritura es una mínima cuestión. El trazo, la conveniencia de dicho trazo en su encuentro con el objeto deseado es una franja que se abre un poco más a medida que avanza la lectura. El problema de la extensión parece no tener mayor redundancia a parte del aire que mueve la voz que susurra al oído de quien escribe.

Bogotá, 2010

jueves, 8 de julio de 2010

Insomnio


Jaime Avila



Frente a la pantalla. El sonido de las teclas sobre mis dedos y la música de fondo. En lo hondo. Liviandad del vino y del humo de un cigarrillo abandonado en el cenicero mientras escribo. Tengo historias. Si me lo preguntas, tengo historias. El problema es de la escritura. La escritura, algunas veces, traiciona a mi deseo. Y entonces tengo que matarla. Aun a sabiendas de que mato una parte de mí. Mi mejor parte, si quieres saberlo. La única, si debes saberlo, aunque no lo preguntes.

Bogotá, 2010

miércoles, 7 de julio de 2010

Cuestión de culto


Un par de botas después de una larga jornada sin preparación alguna.

Una película escogida al azar en un puesto ambulante en una tarde de ocio.

El uno y lo otro, pero siempre conjugado.

La invisibilidad de las etiquetas.

Una buena comida.

Un buen lugar hallado sin quererlo.

El accidente.

La escritura.

Tu voz deslizándose por el corredor mientras subo la escalera.

De nuevo unas botas, mis botas.

Frida y Petra en una tarde de sol.

Aquello que nunca quiso ser y solo fue, por antonomasia.

Bogotá, 2010

Luminiscencias

Antichrist




Si yo me topara con Lars Von Trier,
tendría que ser en un caño
estrecho
y de aguas negras,
para echarle el humo de mi
cigarrillo en la
cara y
reirnos de
los que se vomitan a la salida
del cine
en Cannes
tras la proyección
de
Anticristo.

Bogotá, 2010

domingo, 4 de julio de 2010

Reconstrucción

Toda escritura, todo acto creativo, no es cosa diferente a una reconstrucción a partir de extrañezas. Hay una película, danesa, del 2003, titulada así, sin más, Reconstrucción, en la que el narrador-personaje usa su voz como instrumento para desplegar los vericuetos de la narración de una historia fallida de amor y, en el fondo, reconstruir lo que nunca ni siquiera fue. Esa es, creo yo, la misión suprema del escritor.

Bogotá, 2010

sábado, 3 de julio de 2010

Historias que no van a ninguna parte


Defiendo la escritura que escribe historias sin un fin, sin un derrotero definido. Defiendo ese tipo de escritura que concentra la fuerza de sí misma en el acto, en lo instantáneo del momento que se eclipsa con cada uno de los movimientos de los dedos sobre el teclado, de cada trazo de la tinta sobre el papel.

Bogotá, 2010

jueves, 1 de julio de 2010

Sobre la inclusión del término “Libro electrónico” por parte de la Real Academia

En la Revista ñ, del Clarín, de Argentina, leí la noticia acerca de la ampliación de los apartados que derivan de la palabra “libro”. Extraños aditamentos para una palabra cuyas posibilidades no se reducen a la palabra misma, sino más bien a la experiencia, y que han sido motivo de preocupación o de revisión y transformación de la empresa editorial y del papel, tiempo y circunstancia del lector. Desde la invención de la imprenta, la lectura ha dejado ver la grieta que se esconde debajo de la alfombra: la susceptibilidad de su naturaleza, su necesidad de definición en la intervención del otro, de otro ajena a sí misma: el lector. Pero si se opera un artilugio en pos de la defensa, se puede decir que son, precisamente, factores como tiempo y circunstancia los que se encargarán, de alguna manera, de garantizar y prolongar el delicioso sabor que solo deja en dedos, ojos y mente, la lectura de un libro, como lo entendemos los aguerridos coleccionistas de nimiedades y rarezas: como un fetiche, pleno de regodeo y seducción.

Bogotá, 2010