Defiendo la escritura que escribe historias sin un fin, sin un derrotero definido. Defiendo ese tipo de escritura que concentra la fuerza de sí misma en el acto, en lo instantáneo del momento que se eclipsa con cada uno de los movimientos de los dedos sobre el teclado, de cada trazo de la tinta sobre el papel.
Bogotá, 2010
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