Hoy me he tomado un café en ayunas,
he fumado dos cigarrillos,
me he cortado el pelo,
he acompañado al muchacho del apartamento del frente en su delirio etílico,
he soportado con estoicismo a mis párpados abiertos sobre mis ojos cansados,
he leído sobre texto y sobre la tristeza de esta vida,
he rodeado mis costillas tan fuerte como he podido para evitar que el corazón se me salga,
he llamado a una amiga para acompañar mi chocolate,
y he llenado de algodón mis mejillas.
Bogotá, 2010
La enfermedad del deseo - introducción.
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Todos y cada uno de nosotros está enfermo de deseo. Decir esto es tanto
clásico como moderno, pues ya lo sabía Buda hace 2500 años pero también
podrías d...
1 comentario:
Que bonito poema, unas cotidianidades que dejan de ser y permanecen siempre, que te alteran de mañana, tarde y noche. Un corte de cabello que te debe lucir.
Un abrazo
Natalia.
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