miércoles, 30 de junio de 2010

Interioridades

Por las grietas de mi cerebro
caminan animalejos de diferentes tamaños y colores.
Aprovechan los huecos que dejan las ideas
cansadas de pedir
que tapen las goteras
que arreglen los grifos
y se van a vivir
a uno de esos
espacios
blancos
modernos
estilo loft.
Los animalejos
escuchan cuando salen
porque reniegan
y hablan de lo mejor que estarán.
Salen lanzando carcajadas
que se incrustan
en las ruinas
de
mi
cerebro.
Apenas cruzan el umbral
los animalejos
copulan
y
dejan sus huevos en
la tibieza del desalojo.
Yo escucho los chillidos de los críos
y siento sus dientecitos
royendo un poco de la masa.
Yo sé todo.
Las que no lo saben son ellas
las ideas
no saben que de mi masa
arrancada
masticada
digerida
procesada
transformada
salen ellas.

Bogotá, 2010

domingo, 27 de junio de 2010

Selfportrait


Ser

Si quieres saber quién soy

No te fíes de mis palabras

Son vómito de bebé

En un viaje largo

Por carretera.

Si quieres saber quién soy

Solo siéntate

Junto a mí

En una tarde cualquiera

Y déjame estar

Solo estar ahí

Con un cigarrillo en la mano.

Si quieres saber, realmente,

Quién demonios soy,

Solo puedo decirte que

Lo que

Soy

Es

Lo que

Escribo.

Bogotá, 2010

Absenta

Con su mano en la copa,
El hombre azul anuncia el paso siguiente.
La bebida, en la lengua, no necesita de los dientes
Como sucede con la carne
Que macero entre mis muelas.

En la tarde del sábado
Corrí una película
Mientras dormía un poco
El cansancio de la mañana.

Bogotá, 2010

sábado, 26 de junio de 2010

Recuerdo

Brindis



Por la vuelta de los amigos

En la fotografía de un momento ya pasado.

Porque puedo recordar aquel tiempo con afecto

Ahora, que vivo mi vida.

Bogotá, 2010

Definición



Soy astilla y humo.

Soy la baldosa suelta de la acera

Que en un día de lluvia

Moja tu zapato de lona.

Bogotá, 2010

jueves, 24 de junio de 2010

Acerca de la lectura

Toda lectura es un acto creador. Desde el momento mismo de la decisión que implica movilizar manos, pies y gusto para escoger uno solo de los libros que nos ocupará por un rato, estamos proponiendo una performancia. También toda lectura es un acto íntimo que se ejerce sustrayendo espacio al tiempo: en un café, en un trayecto, en la banca de un parque. La lectura es la mejor ejemplificación del mecanismo en que funcionaría cualquier acto amoroso: el ser yo mismo al lado de un otro, mas no por el otro sino por mí mismo. Recién anoche, en la cama, mientras Castor se reía pasando las líneas del libro de Gamboa, y yo encontraba alguna adherencia en una novela de Palahniuk, compartíamos, en nuestra soledad acompañada, la experiencia íntima de la creación.
Bogotá, L. M. 2010

miércoles, 23 de junio de 2010

Curiosidades

En el baúl que se disimula con cojines
cerca de la chimenea
lejos de los pocos escalones que
separan el comedor de la sala
se guardan las cartas
los fragmentos de tela
las fotos
de los momentos de
lo que a bien
se ha llamado
amor.

Bogotá, 2010

martes, 22 de junio de 2010

Sobre el artista



Todo artista, bien sea escritor, pintor, músico, bailarín, diseñador, se distingue por su capacidad para autofragmentarse. Dicho artista provoca en sí mismo un efecto de dispersión de sus partes porque requiere de la herida, del intersticio, para mover sus trozos. Todo aquel que piensa en el artista como sinónimo de solidificación, de unidad, está condenado al error. Nadie más consciente, que el artista, de que la herida debe mantenerse fresca, que debe ser hurgada cuando la sangre se seca.

Bogotá, 2010

sábado, 19 de junio de 2010

Condiciones


Si un hombre da vueltas por una cuadra,

Si un perro ladra en el garaje de una casa,


La noche puede pasar como agua.

Yo seguiré viendo películas,

Bajando música,

Tratando de escribir,

Con la música a todo volumen,

Con mi voz a todo volumen.

Bogotá, 2010

viernes, 18 de junio de 2010

{a propósito de una conversación con Castor a la sombra de los champiñones y del jugo de uva}

Algunos viven de la certeza de lo inconsistente: niegan con la palabra aquello que con sus actos afirman.
Artistas de la farsa son la primera fila de su público.
Equilibristas del trapecio repasan cada mañana los gestos en el espejo del baño.
Disfrazan con soberbia su propia indigencia.
Ausentes de rabia, sus bocas solo expulsan ira.
Espíritus contraídos, indigestos de su fealdad, contemplan con desprecio la belleza de los otros.

Bogotá, 2010

martes, 15 de junio de 2010

Iluminaciones momentáneas aunque persistentes

Erwin Wurm

Caminé por la calle llena de gente.
Mi cabeza llena de ideas.
Como pasos,
ensuciaban mi cerebro con sus huellas.
Subí por una de estas calles y
compré un vestido gris
con medias.
Entré a otro almacén
y me compré un vestido negro,
lindo,
con otras medias.

Mis gatas hacen nido en el
clóset de mi cuarto.
Petra me mira por la rendija de la puerta,
abrazada a Frida,
acunada por un par de alfombras,
provocadas las arrugas de su cuna.

Yo las miro,
como miro a la gente,
no me refiero al amor que siento por ellas,
sino al modo,
a la manera en que me instalo,
como intrusa,
desprendida de reflejos y de anclas.
Floto,
igual que camino.

Nada [excepto mis manos y las tuyas, y el ronroneo de ellas]
puede tocar mi carne y mis huesos.

Bogotá, 2010

lunes, 14 de junio de 2010

Predilecciones


Del paquete sacó una pequeña libreta y un esfero y escribió:

Mujer y hombre atados con una trenza de tela roja.

Luego, cerró las páginas y pensó que lo mejor sería no leerlo, que mejor que eso sería poder dar una vuelta por el parque, saboreando una paleta de tienda; sentarse en una banca a mirar cómo la oscuridad se traga calles y gente.

Bogotá, 2010

domingo, 13 de junio de 2010

Le bateau ivre

No sé cómo se escribe ni me interesA.
Hoy sostuve una conversación por mensajes de texto.
Me ofrecían alcohol.
Lo siento, soy abstemia.
Me ofrecían regalos para mis hijos.
Lo siento, no tengo.
“El colegio poco me enseñó”,
Por eso vivo y aprendo.

Bogotá, 2010

Reivindicaciones

Recupero el derecho a raspar mis rodillas en la arenera del jardín.
Ahora que a los niños les recortan la niñez como si se tratase de un imperfecto,
y los enfundan en pantalones almidonados y camisetas ombligueras.
Ahora que les dan vasos de cristal y cucharas de acero inoxidable,
rescato del baúl del cuarto de atrás la cucharita de totumo y madera.

Bogotá, 2010

jueves, 10 de junio de 2010

En el jardín


Tengo una imagen fija —como los dos únicos olores que conservo de la infancia: el de los delantales de arte recién desempacados y el del salón del jardín al inicio del día— y es la de una parcela de césped, corto y verde y luminoso, diferenciado de la nada por unas líneas de flores de colores y por unas hojas verdes, grandes, contundentes. Un jardín que es silencio en medio de los pasos que se repiten una y otra vez en las aceras. Solo puedo decir que he visitado dicho jardín.

Bogotá, 2010

lunes, 7 de junio de 2010

Existencias


Fijaciones


Para ti

Poco importa en la relación de los hechos el cómo o el cuándo. Relevante se hace mencionar el lugar, común a cualquier pensamiento humano, y el tiempo, recurrente y circular. Los personajes se reducen a un par sin afán alguno de protagonismos. Narrador no existe, y narratario, aún menos. En el juego de la mención solo se hace necesario saber que existe un autor y un lector que, para el caso, son la misma figura.

Bogotá, 2010

sábado, 5 de junio de 2010

Bestiario

Práctico, buscó el gancho dentro de su bolsillo. La calle escuchaba el leve chirrido del alumbrado público.
La escena era sencilla: portones cerrados o clausurados, las bolsas de los desperdicios vendiendo sus tripas a los perros, las siluetas interminables de arbustos y jardines y, al fondo, como una mirada desprevenida, el escote de la calle, la rendija de la noche.

Bogotá, 2010

miércoles, 2 de junio de 2010

Habladurías



La razón verdadera de la escritura es lo que está ausente o bien lo que nunca se ha tenido. Se escribe para completar o para quitarse un pedazo, y cualquiera de estas acciones implica dolor. Sin caer en fatalismos ni en la dinámica seca del masoquismo y el sadismo, lo que sostiene dicho desgarre es la posibilidad del goce ante la desmesura, ante el vértigo de la experiencia.

Bogotá, 2010