Recupero el derecho a raspar mis rodillas en la arenera del jardín.
Ahora que a los niños les recortan la niñez como si se tratase de un imperfecto,
y los enfundan en pantalones almidonados y camisetas ombligueras.
Ahora que les dan vasos de cristal y cucharas de acero inoxidable,
rescato del baúl del cuarto de atrás la cucharita de totumo y madera.
Bogotá, 2010
La emergencia del neofascismo o el regreso de los muertos vivientes
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Por: Otto Gerardo Salazar
El fascismo, que creíamos sepultado después de la segunda guerra mundial,
ha mostrado sus orejas de lobo y hoy se hace present...
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