Justo ahora que roñe mi carne para llegar hasta el hueso, reinvento mi vida por completo.
Muchas veces he tocado el fondo liso del abismo y aún así salgo a flote para herir con mi uña la piedra blanca de mi cuarto.
¿Hasta cuándo?
Respuesta inútil si solo se sabe que cada semana tiene un lunes y cada mes un día uno.
Bogotá, 2010.
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