En beneficio de lo impreciso de la vida, añado pedazos de tela a la historia:
En el viaje de ida y vuelta, el beatnik se ha quedado en la barra de alguna taberna de paso.
La bala ha caído en el vaso de whisky porque así le ha parecido oportuno, en lugar de cortar la buena historia del hombre de barba blanca.
Los bolsillos del delantal de la mujer están rotos y las piedras se han alojado, con su intento, en el fondo musgoso del río.
La tela, que se enreda en el cuello, ha cedido ante el peso de los cuerpos.
Bogotá, 2010.
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