Ya no siento lo pasado
los pájaros se caen de los nidos
lo que duele son las decisiones
en el momento
en que tocan a la puerta
después
la carne
se
vuelve
piedra
no rezuma
nada
lo que duele
es
el presente
un presente
que
se estira
como
si
se
tratara
de
e
s
p
e
r
a
n
z
a
Bogotá, 2013
miércoles, 15 de mayo de 2013
jueves, 9 de mayo de 2013
¿Dromedario o camello?
Me debato entre qué será mejor: repartir el peso de todo en dos o dejar que la gravedad opere sobre una sola. Aún no lo decido.
Bogotá, 2013
Bogotá, 2013
miércoles, 8 de mayo de 2013
Bajo la superficie
La mira de lejos, sus ojos van de los ojos a la blusa, de la blusa a la boca, de la boca al pelo. La mira de lejos no porque los separe mucha distancia, de hecho, sólo los separa los centímetros que tiene una mesa. La mira de lejos porque su mirada es distinta. Ella no sabe si él se da cuenta de que ella lo sabe y que ahora vive con ello, eso no interesa. Ya, a esta altura, no interesa. Él ha tomado esa decisión y la decisión se traduce en esa mirada que quiere ser lasciva, hiriente. Ya no son ojos, son dos órganos escrutadores. Es parte de la naturaleza, de su naturaleza. Ella lo sabe, y por eso, no dice nada, no dirá nada. Esperará, sentada. Es parte, también de su naturaleza. Esperar, de esperanza, no de un estado cataléptico. Esperará que algo rebote contra la pared y que eso que salga sea su reflejo, el de él, que se entere o que se de cuenta de que ella se da cuenta de su juego.
Bogotá, 2013
jueves, 2 de mayo de 2013
Estado
Daré la vuelta al mundo, me estrellaré y haré pedazos y de los pedazos saldré de nuevo, igual pero diferente.
Bogotá, 2013
Bogotá, 2013
Juegos y el fuego
Trazó la situación [tarde de lluvia] [sentada frente a la ventana], ya definió al personaje, ¿le puso nombre? [Lucía, sentada, frente a la ventana, en una tarde de lluvia] Una situación común, propia de estos días de invierno, ninguna escena más efectiva para despertar melancolía.
Bogotá, 2013
Bogotá, 2013
Suscribirse a:
Entradas (Atom)