jueves, 19 de febrero de 2015

Revisitando a Nietzsche

La razón, aquella excusa del hombre para ubicarse por encima de los seres que lo rodean, pierde su fuerza entre la maraña de sus vanidades. Lo que sirvió al hombre para discriminar, en su momento, los caminos del bien y del mal, génesis de las acciones y concepciones polarizadas de nuestros días, se ha convertido en una máquina desbocada, aún más que la futurista y paliativa locomotora del progreso que, vimos, vemos y veremos, no deja sino una estela de humo negro y de naturaleza muerta a su paso; y el "instinto de la crueldad", inherente al hombre, y que, según la guía y asistencia de los progenitores, es extirpado del lugar que habita en todo infante, ha sido inoculado a los adultos, padres, madres, putativos o no, iluminados, ya no con la sabiduría divina o terrenal, sino con machetes, cuchillos, agujas o manos. La enfermedad no reconoce límites.

Tristeza, 2015

jueves, 5 de febrero de 2015

Escritura literariamente enferma

Imposible fue concluir la lectura del cuento "Cuidados paliativos", del escritor español, ganador de muchos concursos, y del de la primera edición de la Bienal de Novela Mario Vargas Llosa, 2014, Juan Bonilla.
Tan aburrido y tan soso como su nombre, resultó ser el cuento; remedo ilusorio y fofo de aquellos escritores que han hecho de la enfermedad un camino literario [Roth].

Un misterio queda por resolver, dentro de todas las condecoraciones y menciones: el que atañe a la literatura; en el caso de Bonilla será tarea difícil de emprender y de sostener porque el ánimo por leerlo ha quedado truncado.

Bogotá, 2015