No existe la insignificancia de las cosas
Cuando se abren los cajones del escritorio.
Cada papel, cada cuenta, trámites de toda una vida
Se levantan al calor de lo que ya no hay
Y van al encuentro de lo que queda.
Pareidolia.
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Últimamente escribo fatal y nada de lo que hago me resulta interesante. He
releído cosas propias que me molestan. Releí en público una de las
entradas más...
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