En el trayecto de mi casa hasta ti, leo los poemas que me envías y cuento las costuras de las historias. Te pregunto por tu gran cuadro rojo (porque lo imagino en la pared más blanca de mi sala) y te cuento que espero dos armarios y un sofá que ya llegó. Son pequeñas frases, cifradas, entre los errores de una escritura apresurada, cuando se encuentran las casillas temprano en la mañana.
viernes, 24 de abril de 2009
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