lunes, 17 de mayo de 2010

Al filo del día siguiente


Justo ahora que roñe mi carne para llegar hasta el hueso, reinvento mi vida por completo.

Muchas veces he tocado el fondo liso del abismo y aún así salgo a flote para herir con mi uña la piedra blanca de mi cuarto.

¿Hasta cuándo?

Respuesta inútil si solo se sabe que cada semana tiene un lunes y cada mes un día uno.

Bogotá, 2010.

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