domingo, 30 de noviembre de 2008

En la Re-vuelta

Es una huída que nadie entiende
-No tendrían por qué hacerlo-

Es una imagen pegada en la pared del frente
En mi cuarto
Que se desliza cada vez que tomo uno de aquellos buses rojos
Y me persigue en cada charco de la calle

Y tú no lo entiendes
Porque miras todo con los ojos del propósito
Y yo tampoco te lo puedo explicar
Porque siempre miro con los ojos del deseo

¿Es eso malo?

Será, entonces, un error más para el Sumario
Y tomará la forma de un perro solitario en una calle en un día de lluvia
Hasta que pueda acomodar las fichas de todo esto en una maleta de viaje sin retorno.

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