domingo, 18 de octubre de 2009

Instalación

Un poco, más allá de los ocho días, cuenta desde la última vez. Vicio este de contar lo pasado como dientes que se pierden halándolos con hilo. No en vano existe Berenice, Edgar. Vicio este de dejar sobre la mesa los platos sucios tras el banquete. Aún creo verlos extrayendo de los dientes el poco de carne que queda.

Bogotá, 2009

2 comentarios:

taita pendejadas dijo...

Hola Andrea:
Me daba unas vueltas por tu página... no pude resistirme a comentar esta entrada ¡cómo amo a Berenice y su carcajada de dientes sueltos! Espero que tu vida esté a la medida de tus deseos... te mando un abrazote desde este centro de mundo...

Javier

www.fluidosabsurdo.blogspot.com dijo...

¡¡¡Taita Pendejadas!!!

Cuando decidas darte unas vueltas por Bogotá, tienes dónde quedarte.

Mi vida es, al momento, a la medida de mis deseos.
Gracias y un fuerte abrazo para tí.

Andrea