Hoy me he tomado un café en ayunas,
he fumado dos cigarrillos,
me he cortado el pelo,
he acompañado al muchacho del apartamento del frente en su delirio etílico,
he soportado con estoicismo a mis párpados abiertos sobre mis ojos cansados,
he leído sobre texto y sobre la tristeza de esta vida,
he rodeado mis costillas tan fuerte como he podido para evitar que el corazón se me salga,
he llamado a una amiga para acompañar mi chocolate,
y he llenado de algodón mis mejillas.
Bogotá, 2010
Decálogo de la desesperación.
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1) Creo que existe un ciclo de tensión y odio que potencialmente
tiene la capacidad de llevarnos al apocalipsis. Una crisis generalizada de
egoísmos...
1 comentario:
Que bonito poema, unas cotidianidades que dejan de ser y permanecen siempre, que te alteran de mañana, tarde y noche. Un corte de cabello que te debe lucir.
Un abrazo
Natalia.
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