martes, 15 de junio de 2010

Iluminaciones momentáneas aunque persistentes

Erwin Wurm

Caminé por la calle llena de gente.
Mi cabeza llena de ideas.
Como pasos,
ensuciaban mi cerebro con sus huellas.
Subí por una de estas calles y
compré un vestido gris
con medias.
Entré a otro almacén
y me compré un vestido negro,
lindo,
con otras medias.

Mis gatas hacen nido en el
clóset de mi cuarto.
Petra me mira por la rendija de la puerta,
abrazada a Frida,
acunada por un par de alfombras,
provocadas las arrugas de su cuna.

Yo las miro,
como miro a la gente,
no me refiero al amor que siento por ellas,
sino al modo,
a la manera en que me instalo,
como intrusa,
desprendida de reflejos y de anclas.
Floto,
igual que camino.

Nada [excepto mis manos y las tuyas, y el ronroneo de ellas]
puede tocar mi carne y mis huesos.

Bogotá, 2010

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