Recupero el derecho a raspar mis rodillas en la arenera del jardín.
Ahora que a los niños les recortan la niñez como si se tratase de un imperfecto,
y los enfundan en pantalones almidonados y camisetas ombligueras.
Ahora que les dan vasos de cristal y cucharas de acero inoxidable,
rescato del baúl del cuarto de atrás la cucharita de totumo y madera.
Bogotá, 2010
domingo, 13 de junio de 2010
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